jueves, 4 de julio de 2013

TARTA SACHER

TARTA  SHACHER


La tarta Sacher o Sachertorte  tiene su origen en Viena.
Y no le ha faltado su propia polémica.
Franz Sacher, inventa esta tarta en 1832, que básicamente es un bizcocho de chocolate, cortado en dos planchas, relleno de mermelada de albaricoque y todo ello bañado con un glaseado de chocolate.
Después de muchos años de disputa, por la receta y la propiedad de la tarta, en 1963 las partes en conflicto llegaron a un acuerdo por el que el Hotel Sacher utilizaría el nombre de “Original Sacher Torte” y la pastelería Demel podría decorar sus tartas con un sello triangular en el que se indicará “Eduar Sacher Torte”.
Básicamente la diferencia consiste en que la “Original Sacher Torte” del Hotel Sacher, es un bizcocho de chocolate cortado en dos planchas, relleno con mermelada de albaricoque  y toda la tarta cubierta con un glaseado de chocolate.
Por otro lado, la “Eduard Sacher Torte” de la pastelería Demel, es un bizcocho de chocolate con mermelada de albaricoque por encima y cubierto con el glaseado de chocolate.

Definitivamente, cualquiera de las dos son fantásticas y cualquier momento es adecuado para saborearlas, sobre todo el 5 de diciembre que se celebra el Día Nacional de la Sacher Torte.

Yo os traigo una receta “tuneada” de la Sacher Torte, con una cobertura super-brillante que encontré investigando por internet.
Espero que os guste!

Para un molde de unos 23 cm de diámetro (si es desmontable mejor).
Ingredientes:

Para el Bizcocho:
-200 gr. almendra cruda molida (yo la compro en la tienda PARAMÍ especialistas en frutos secos)
-150 gr. cacao en polvo desgrasado Valor (se puede utilizar cacao en polvo a la taza)
-100 gr. harina
-1 sobre levadura en polvo (el de Lidl es el que da mejor resultado)
-4 huevos L
-210 gr. azúcar
-pizca sal
-250 gr. leche (yo le pongo desnatada pero se puede poner entera o semi)
-220 gr. aceite girasol

Para el relleno:
-1 tarro de mermelada de albaricoque (melocotón, fresa, cerezas... )

Para el glaseado de mucho brillo:
-5 láminas gelatina (compro las de Mercadona de la marca Hacendado)
-120 gr. nata para montar (compro la de Mercadona de la marca Hacendado que viene en pack de tres mini tetrabriks)
-170 gr. agua
-130 gr. azúcar
-75 gr. cacao en polvo desgrasado Valor (o cacao en polvo a la taza o chocolate de tableta).

Utensilios:
- Un bol grande para la mezcla de la masa
- Balanza
- Molde para el bizcocho
- Un cazo para la cobertura
- Varillas para mezclar
- Una cuchara de madera para remover el glaseado
- Una espátula o lengua de gato
- Mandolina o un cuchillo grande para cortar el bizcocho
- Bandeja de horno
- Un taper
- Una rejilla
preparación:
Aunque hay mucha explicación, os aseguro que si seguís todos los pasos,…el resultado será…. GENIAL, SENSACIONAL, FANTÁSTICO,…..

Primero vamos con la preparación del bizcocho.
Yo lo hago como mínimo un día o dos antes de cuando tenga previsto finalizarlo.
Por ejemplo si la celebración es en domingo, el bizcocho suelo hacerlo el viernes por la tarde.
Como todos los bizcochos es mejor que repose pero aquí el truco está en que yo lo congelo.
A veces se ha pasado en el congelador una semana, no os preocupéis,….que no le pasa nada, pero, eso sí…. está bien fresquito,…eh?
Lo primero es precalentar el horno a 180º.

En un bol grande (¡ojo!,.. que tiene que contener toda la masa), mezclamos los huevos con el azúcar y la pizca de sal y batimos hasta espumar y que doble su tamaño. 


Obtendremos una crema blanquecina.
Este paso puedes hacerlo con las varillas de la batidora o si no con las varillas de mano y de paso desarrollas la musculatura.

Ahora te recomiendo que solo utilices las varillas manuales para que no se baje el volumen de nuestra mezcla. Cuanto más volumen consigamos en este paso, más esponjoso nos saldrá el bizcocho.
Ahora es el momento de añadir la leche poco a poco y continuar batiendo hasta que se integre.


Hacemos lo mismo con el aceite.


En este punto añadiremos la mezcla de harina con la levadura tamizándolas directamente sobre la preparación, es para ahorrar tiempo. Integramos en la mezcla.


Añadimos la almendra i la integramos. Aunque veáis que la almendra molida se apelotona en grumos, no pasa nada, podéis deshacerlos un poco con los dedos y, poco a poco, integrarla en la masa.


Tamizamos el cacao directamente y lo integramos.


Mezclaremos con movimientos envolventes. Se tarda un poco más que haciéndolo con las varillas eléctricas pero merece la pena.


Encamisamos el molde con papel vegetal de horno. Al encamisarlo facilitaremos el desmoldado después. Si no, también podemos engrasar el molde con mantequilla y espolvoreamos con harina. 
Sacudimos el molde para eliminar el exceso de harina.


Yo he preferido encamisar el molde con papel de hornear y darle altura por si acaso el bizcocho subiera en exceso.
Con respecto al molde, comentaros que es mejor si es metálico y desmoldable, aunque se puede hacer con cualquier otro.
Con el metálico y desmontable después veréis que nos facilita el trabajo.
Volcamos nuestra masa en el molde y lo metemos en el horno.


Lo dejaremos entre 45-50 minutos, a 180ºC (más o menos, ya que todo depende del horno….y yo he llegado a la conclusión de que cada uno tiene vida propia) sin ventilador, con la rejilla en el medio de altura y con calor solo abajo.
Un consejo: no hay que abrir el horno durante la cocción ya que el calor se escaparía y nuestro bizcocho se quedaría “espachurrado”.
Cuando veamos que ya ha subido y al menos hayan pasado  entre 35-45 minutos, abriremos el horno y  pincharemos nuestro bizcocho en el centro con una aguja fina de hacer media.
Si sale limpia es que ya estará cocido. Si no habrá que dejarlo un poco más, y eso es a ojo hasta que le cojáis el truco del tiempo a vuestro horno,…pero ¡cuidado!....no hay que despistarse…… si empezáis a oler a tostado, estaremos en situación de emergencia  y lo sacaremos rápidamente para que no se nos queme…..
Bromas aparte,… a todos nos ha pasado algún tropiezo del estilo….pero seguro que os sale perfecto.
Cuando el bizcocho ya esté cocido, lo dejaremos 5 minutos más dentro del horno pero con el fuego apagado.
Después lo sacaremos del horno y lo dejamos enfriar.




Mientras está caliente es muy frágil y conviene no manipularlo.
Lo desmoldamos y ya podemos cortarlo por la mitad para que nos queden dos planchas.

Un truco es que casi siempre la mejor cara del bizcocho para que quede en la superficie se corresponde con la parte del bizcocho que es la base cuando está en el molde. Es la que queda más lisita y planita y la que nos dará mejor resultado para la cobertura que le pondremos.
No sé pero me he explicado fatal….jajajaja,…¿¿¿alguien me ha entendido???....ayyyy
Es más fácil hacerlo que ... ¡¡¡explicarlo!!!
A ver, primero miramos nuestro bizcocho en la posición normal, si vemos que le ha salido ”chepa” y que ha subido más en el centro, lo tendremos que nivelar, cortando con un cuchillo o con una mandolina.


(Consejito: si no habéis sucumbido a la tentación de comeros los recortes del bizcocho,…no los tiréis se pueden meter en una bolsa y congelarlos para luego hacer cake pops,…. Prometo poner entradas con recetas).
Después,…. ¡aaaalehop!...le damos la vuelta, y nos quedará arriba la parte más lisa que es la que estaba abajo. Ya podemos cortar por el medio para obtener las dos planchas de bizcocho.
Sobre la plancha que va en la parte inferior. Rellenamos con una buena capa de la mermelada de albaricoque y le colocamos la plancha superior.
Y ahora viene el truco,….
Si hemos utilizado un molde desmontable lo metemos otra vez dentro y lo envolvemos todo en papel film transparente. Después, lo metemos en una bolsa de congelar y….al congelador.
Si no has utilizado un molde desmontable, (como yo en esta ocasión) no pasa nada. Hay recursos para todo. Coge una buena tira de papel film transparente o de aluminio,  que te llegue para rodear el perímetro de tu tarta y construye una especie de faja alrededor del bizcocho para que no se salga el relleno.

Después envuelve bien todo con film transparente y después dentro de una bolsa de congelación y…al congelador. (Para haceros una idea ver la foto de después cuando lo saco del congelador.)


Ahora le toca el turno a la preparación del glaseado brillo:
Te recomiendo que te tomes tu tiempo ya que requiere esperar a que se enfríe. Paciencia.
Vamos allá.
Primero pondremos a remojar las láminas de gelatina en agua fría en un bol para que se hidraten.


En un cazo mezclamos la nata, el agua, el azúcar y el cacao, lo revolvemos con las varillas para que se disuelva todo y no tenga grumos.
A continuación lo ponemos al fuego (entre mínimo y medio) y esperamos a que hierva sin parar de remover.

Dejamos que hierva al mínimo 5 minutos (¡ojo!...sigue removiendo, no te pares que se puede quemar el chocolate….).
Retiramos del fuego y es el momento de añadir la gelatina hidratada y bien escurrida,…y seguimos revolviendo.
Ahora es cuando te tienes que tomar tooooodo el tiempo necesario, porque hay que seguir revolviendo hasta que nuestra cobertura se enfríe hasta los 30ºC más o menos.

Si dejamos de remover se puede hacer una película endurecida en la superficie y eso no nos interesa.

Bueeeeno,….si habéis llegado hasta aquí es que tenéis mucha paciencia, sois tenaces y tenéis madera para lograr un buen resultado... ¡Enhorabuena!

Con antelación habremos utilizado nuestros conocimientos básicos de montar y desmontar esas torres de LEGO con piezas de colores que hacíamos cuando éramos pequeños.
Vamos a montar una especie de andamio para poder bañar nuestro bizcocho y que no se nos ponga la cocina echa un asquito con chorretones de cobertura de chocolate.
Cogeremos la bandeja negra del horno (la que llevan todos los hornos.
Pondremos un taper (o un cuenco, o algo similar) boca abajo o boca arriba en el centro.
Buscar la posición que sea más estable para que no se nos caiga nuestro bizcocho. Yo utilicé un cuenco, y lo puse boca arriba porque ofrecía más estabilidad en la parte de la rejilla.
Esta pieza nos servirá para ganar altura.




Encima del taper (o bol, o lo que sea…) colocamos la rejilla,…y ya tenemos montado nuestro andamio sobre el que pondremos nuestro bizcocho.

Sacaremos el bizcocho del congelador, lo desenvolvemos y lo colocamos sobre la rejilla.





Aunque no se vea bien, os aseguro que el bizcocho está colocado encima de nuestro andamio.

Si el bizcocho tiene un poco de escarcha del frio (¿veis esas manchitas blancas encima del bizcocho?) no os preocupéis no le pasa nada. Sobre todo, no tratéis de rascarlas, porque entonces podríais desmigar la superficie tan lisa del bizcocho. Recordad que la superficie que ahora está arriba era la que en el molde estaba abajo.

Y,…¡¡¡¡¡atención!!!!!..... Ahora viene el truco para que esta cobertura quede tan brillante como un espejo.
Iremos echando la cobertura, a chorro continuo sin parar, desde el centro de la tarta. No vayáis moviendo de sitio el chorro, siempre desde el centro.

No parar de echar hasta que se haya terminado la cobertura, que haya resbalado por los bordes  y que quede la tarta totalmente cubierta.
Como la tarta está congelada la cobertura se solidificará a medida que la vayáis echando y os quedará como un espejo.
Con una espátula y con cuidado iremos quitando los chorretes de cobertura que se han quedado solidificados por el frio por el borde inferior de la tarta.
 
Toda la cobertura que sobre se habrá quedado en la bandeja del horno.
Puedes recoger esa cobertura  con una espátula y conservarla para utilizarla en otros postres, al día siguiente, guardándola en la nevera o directamente la puedes congelar.

Y el paso siguiente es colocar la tarta en la base en la que se vaya a servir.
Ahora es cuando hay que tener fuerza (porque la tarta pesa un poco) y….tener pulso...... os aviso de que pesa bastante.
Coloca la base de servir cerca de donde tienes la tarta.
Con dos espátulas anchas coge la tarta por la base y trasládala a la base de servir….Con cuidadínnnnn!!!!!





¡Wooouuuwww!. Se refleja el dibujo de la decoración de la base.

Decoraremos con motivos sencillos, como bolitas de chocolate blanco o con canutillos de barquillo o frutas rojas.






Que cobertura tan...¡¡¡ brillante…mirar los reflejos,…es fantástico!!

Cualquier decoración que contraste con el color oscuro del chocolate y sin recargarlo mucho. Sobre todo si tenéis que dejar espacio para poner velas de cumpleaños,….y en esta tarta tenía que poner velas para….tres cumpleañeros!!!!!!
Más que una tarta, casi parecía un….¡¡¡¡¡¡código de barras!!!!!!.

Decoraremos con motivos sencillos, como bolitas de chocolate blanco o con canutillos de barquillo o frutas rojas, cualquier decoración que contraste con el color oscuro del chocolate y sin recargarlo mucho. Sobre todo si tenéis que dejar espacio para poner velas de cumpleaños,….y en esta tarta tenía que poner velas para….tres cumpleañeros!!!!!!
Más que una tarta, casi parecía un….¡¡¡¡¡¡código de barras!!!!!!.





Aquí se puede apreciar el corte que tiene la tarta con la cobertura y el relleno de mermelada.
Tiene un espléndido y apetitoso color de chocolate oscuro.




Y…. voilà!!!!!....tu obra de arte finalizada,….ahora les toca el turno a los comensales….
IM-PRE-SIO-NAN-TE!!!!!
Una tarta muy apropiada para los amantes del chocolate negro.
Buen provecho y... ¡¡¡a disfrutar!!!


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