GALLETAS LINZER RELLENAS DE MERMELADA DE FRESA
INGREDIENTES PARA LA MASA DE LAS GALLETAS
400 gr de harina normal
200 gr de mantequilla sin sal
125 gr de azúcar
2 cucharadas de azúcar avainillado
1 clara de huevo (he utilizado claras pasteurizadas de MERCADONA)
1 pizca de sal
Nota: si se quiere hacer la masa de almendra entonces las cantidades serán
250 gr de harina normal
150 gr de almendra molida
Nota: si se quiere hacer la masa de almendra entonces las cantidades serán
250 gr de harina normal
150 gr de almendra molida
INGREDIENTES PARA EL RELLENO
100 gr de mermelada de fresa
2 láminas de gelatina neutra (he utilizado la
de MERCADONA)
INGREDIENTES PARA LA DECORACION
Azúcar glas para decorar
UTENSILIOS
Un
bol grande para mezclar
Un
colador para tamizar
Una
balanza o un vaso medidor
Un
tenedor
Papel
vegetal de horno
Papel
film transparente
Bandejas
de horno
Rejilla
de enfriamiento (sirve cualquier rejilla, la del horno por ejemplo)
Bandejas
de plástico
Rodillo
Cortadores
de galletas: uno redondo y otro más pequeño en forma de corazón (o cualquier
otra forma que os guste)
PREPARACIÓN DE LAS GALLETAS
Sacaremos la mantequilla de la nevera al menos
dos horas antes para que esté a temperatura ambiente. En verano será suficiente
con una hora o menos.
Es mejor no utilizar el truco de calentar la mantequilla
en el microondas,….siiiiii… que siiiiii…..que ya sé que es muy socorrido…..pero
se nos puede licuar la mantequilla si nos pasamos,…y entonces la masa no tendrá
la misma textura.
Tamizamos la harina y reservamos.
Batiremos un poco la mantequilla, solo lo
suficiente para que adquiera el “punto de pomada” y esté blandita y manejable.
Añadiremos el azúcar normal y el avainillado y
batiremos hasta lograr una crema homogénea. Veremos que el color ha blanqueado.
Añadimos la clara y la pizca de sal y continuaremos
batiendo. Es posible que la mezcla os parezca que se ha “cortado”, pero no es
así, continuamos batiendo y se integrará perfectamente.
Añadimos la harina en dos veces hasta que quede
totalmente incorporada.
Si has optado por hacer la masa con la opción de harina y almendra molida, entonces la almendra molida la puedes añadir con la harina.
Si has optado por hacer la masa con la opción de harina y almendra molida, entonces la almendra molida la puedes añadir con la harina.
El punto perfecto para la masa será cuando si la tocamos no se nos pegue a los dedos.
Habrá
un momento en el que dejemos el tenedor y tengamos que meter la mano, es
importante el tacto porque tenemos que añadir harina hasta conseguir una masa
que no se nos peque en las manos… pero tampoco que nos quede como una piedra o
como la argamasa de cemento.
Este
punto a veces se logra con la harina que se indica y otras veces con más o con menos, .....
depende de la humedad ambiental y del calor,…. así que la primera vez tiene que
ser un experimento y después ya le habréis cogido el truco.
Como la masa tiene que reposar al menos 20 minutos y se tiene que enfriar para que podamos manipular bien las piezas de galleta en crudo… vamos a hacerlo de la siguiente manera.
Cogemos
la mitad de la masa. La otra mitad la dejaremos en el bol tapada con film
transparente para que no se seque.
Extendemos
un papel de horno en la superficie de trabajo y colocamos encima la mitad de
nuestra masa y encima otro papel de horno.
Esto
nos facilitará el estirado de la masa, y no mancharemos el rodillo.
Estiramos
la masa entre los dos papeles hasta que tenga el grosor de unos 2 milímetros.
Recordar que después pondremos dos galletas juntas montando una encima de la
otra.... así que al final tendremos una galleta "doble" por eso tenemos que hacer cada una de las galletas de un grosor fino.
Para lograr el grosor, ... lo podéis hacer a ojo.
En mi caso, yo
utilizo un rodillo especial de fondant en el que se acoplan en los extremos
unos anillos que elevan el rodillo para que la masa quede toda del mismo
grosor.
Esto
va genial porque a la hora de hornear nuestras galletas es muy aconsejable que
todas las que metamos de cada vez sean del mismo tamaño y del mismo grosor. Así
se cocerán todas por igual.
De
todas formas si no tenéis un rodillo con anillos, no os preocupéis, no es
necesario comprarlo. Un truco casero es coger dos listones de madera de ese
grosor que queramos y colocarlos uno de cada lado de nuestra masa. Recordad que la tenemos
entre los dos papeles y que por tanto no va a tocar a esos listones de madera.
Cuando
pasemos el rodillo, iremos estirando la masa
y los listones harán de tope del grosor.
Otra
forma es buscar 4 cajas de CD’s que más o menos tengan ese grosor y las
colocaremos en dos filas, una a cada lado de la masa y lograremos el mismo
resultado que con los listones de madera.
Bueno,
¿por dónde íbamos?... ahhhh… sí,…que ya tenemos la masa estirada con el grosor
deseado.
Pues
ahora y tal como está la masa con los papeles la ponemos en una bandeja de
plástico (o de lo que sea pero que la masa se mantenga bien estirada sin
doblarse) y a la nevera como mínimo esos 20 minutos de reposo y de
enfriamiento.
Que
no, que no se os va a espachurrar,….hay que coger en bloque por las puntas de
los dos papeles y la colocáis en la bandeja, ya veréis como la masa no se cae.
Hacemos
lo mismo con la otra mitad de la masa.
Cuanto
más fría esté la masa, mejor para manipularla y para que no se nos deformen en
el horno.
Mientras
tanto vamos a preparar las bandejas donde vamos a hornear nuestras galletas.
Yo
utilizo unas especiales, totalmente planas que me compre en IKEA.
Pero
se pueden hacer igual en la bandeja plana que lleva el horno.
Lo
mejor es tener dos bandejas porque así mientras se cuecen unas se van cortando
las otras y terminas antes.
Colocamos
papel vegetal de hornear en la bandeja, esto evitará que se nos peguen las
galletas y que se ensucie la bandeja que quedará limpia para seguir
utilizándola hasta terminar la masa.
Precalentamos
el horno a 170ºC-180ºC con calor arriba
y abajo (la temperatura depende del horno).
Transcurrido
el tiempo de enfriamiento, sacamos la primera “plancha” de masa. Le quitamos el
papel que tiene encima (le dejamos el que tiene por debajo) y vamos cortando
con el cortador redondo de más o menos 5 cm de diámetro.
Normalmente
se hacen de este tamaño porque es el más adecuado ya que hay que tener en
cuenta que después montaremos dos galletas juntas.
También
las puedes hacer más grandes, solo tienes que combinar los cortadores grande y
pequeño para que queden proporcionados.
Si
las hacéis más grandes deberéis hacer más cantidad de relleno de mermelada.
Procuramos
ir aprovechando bien la superficie de la “plancha” de masa.
Trasladamos
las galletas cortadas a la bandeja de horno (si está la masa bien fría podréis
manipularlas con mucha facilidad).
Las
colocamos dejando un poquito de separación entre cada una.
Volveremos
a amasar los recortes de la masa y repetiremos el proceso de alisado con el
rodillo y de enfriamiento en la nevera.
Ahora,
cuando tenemos las galletas redondas en la bandeja, es cuando cogeremos el
cortador pequeño, en este caso en forma de corazón, y procederemos a cortar esa
forma en el centro de la mitad de las galletas de la bandeja.
Así
estarán aparejadas: las lisas y las que tienen el agujero de corazón.
Es
importante cortar el agujero de corazón cuando tengamos las galletas en la
bandeja de hornear porque, de esta manera, no las tenemos que tocar.
Si
las cortamos y luego las pasamos a la bandeja sería imposible que mantuvieran
la forma y el agujero-corazón.
Metemos
la bandeja con las galletas en el horno en una posición de altura
centrada
y con calor arriba y abajo y sin ventilador.
Las
dejamos entre 10 y 15 minutos. El tiempo de cocción depende de cada horno.
Para
saber el punto en el que están cocidas hay un truco que no falla.
En
cuanto las metáis en el horno, el calor hará que la mantequilla se empiece a
derretir y salir a la superficie de la galleta y brillará.
Pues
bien, tenéis que ir observando el proceso y cuando veáis que dejan de brillar
es que ya están cocidas. A partir de este punto ya empiezan a coger un
colorcillo dorado que las hace muy apetitosas.
El
tostado depende del gusto de cada uno, pero cuidado de no pasaros,…porque del
color tostado pueden pasar al tono “carbonizado”,….ugggghhhh.
Las
sacamos del horno y las colocamos en una rejilla para que se enfríen. Si las
colocas sobre una superficie lisa es posible que con el calor se forme humedad
debajo de las galletas y eso no nos gustaría.
Así
que lo mejor es enfriarlas sobre una rejilla que las eleve un poco de la
superficie de trabajo.
Hay
rejillas especiales y muy chulas pero la rejilla de varillas del horno te puede
servir perfectamente.
Puede
que cuando saques las galletas del horno estén un poco blandas, no te
preocupes, se endurecerán al enfriarse.
PREPARACION DEL RELLENO
Remojamos las dos láminas de gelatina en agua
fría hasta que se hidraten bien.
Calentamos la mermelada en un cazo a fuego lento
para que no se pegue y cuando rompa a hervir la retiramos del fuego.
Le añadimos las dos láminas de gelatina bien
escurridas y empezamos a revolver hasta que veamos que la gelatina se ha
integrado.
Seguimos removiendo hasta que la mezcla se vaya
enfriando y empiece a coger consistencia. A medida que se enfría la mezcla se
irá cuajando.
DECORACION Y MONTAJE
Cogeremos todas las galletas que tienen el
agujero en forma de corazón y las pondremos sobre un papel de horno encima del
mármol.
Espolvorearemos azúcar glas para que queden bien
cubiertas.
Ahora vamos a montar nuestras galletas.
Cogeremos una galleta “entera” y le pondremos en
el centro una cucharada de nuestra mezcla de mermelada.
En el paso siguiente hay que tener un poco de
pulso para no quitar el azúcar glas con nuestros dedos. Cogeremos con cuidado y
por los bordes, una galleta de las que hemos espolvoreado con el azúcar glas y
la colocamos encima presionando un poco.
La mermelada actuará como un pegamento entre las
dos galletas y se verá a través de la forma de “corazón”. El contraste del
color blanco del azúcar y el rojo del corazón de mermelada es muy apetitoso.
Las podemos guardar en una caja metálica
hermética poniendo un trozo de papel vegetal entre cada capa de galletas para
mantener intacta la cobertura de azúcar glas.
Hay recetas que el azúcar glas lo espolvorean
cuando ya tienen montada la galleta con la mermelada, pero entonces también cae
el azúcar en el centro del corazón de mermelada, y para mi gusto no queda tan bonita.
¡No hay que olvidar que también se come por los ojos!
Y ahora......¡A DISFRUTAR!
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